Mientras tanto, la República Islámica ha dado una de sus respuestas más contundentes a las protestas que ponen en entredicho su propia base y existencia. La represión desde mediados de septiembre, según la Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos, ha dejado 490 manifestantes muertos, casi 70 de ellos menores.
El martes se intensificó el temor por la suerte del futbolista iraní de 26 años Amir Reza Nasr Azadani, detenido el mes pasado y juzgado en Irán por su participación en protestas antigubernamentales.
Los fiscales de la ciudad central de Isfahan acusaron el domingo al deportista de un cargo punible con la ejecución. Según Mizan News, el medio oficial del poder judicial iraní, Nasr Azadani está acusado de "Baghii", un término legal del código penal iraní que hace referencia a la "rebelión armada" contra la República Islámica. No se ha asignado fecha para su próxima comparecencia ante el tribunal.
Nasr Azadani juega en el FC Iranjavan, club con sede en Bushehr, en el suroeste de Irán, que compite actualmente en la Liga Azadegan.
En el auto de procesamiento se le acusa de pertenecer a un "grupo armado" anónimo que pretende atentar contra la clase dirigente. Vincula al futbolista con la muerte de dos miembros de las fuerzas paramilitares progubernamentales Basij y de un agente de policía durante una protesta antigubernamental el 16 de noviembre. La Organización de Inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) anunció el mes pasado que había detenido a un "equipo terrorista" por los actos violentos de Ispahán.
El juez principal de Isfahan, Asadollah Jafary, ha prometido que el tribunal será "decisivo" en su fallo y actuará "sin prestar atención a las campañas de los medios de comunicación", una aparente referencia a las presiones dentro y fuera del país para que se absuelva al futbolista.
Ali Karimi, ex estrella del fútbol iraní, ahora disidente exiliado, ha liderado la campaña de apoyo, describiendo a Nasr Azadani como "una de las víctimas del régimen asesino de niños". Del mismo modo, muchos miembros de la comunidad futbolística iraní, entre ellos el ex extremo derecho del Hamburgo SV Mehdi Mahdavikia, han hecho públicas sus propias declaraciones de solidaridad.
Y en un mensaje publicado el lunes en su cuenta oficial de Twitter, FIFPRO, el sindicato mundial de futbolistas profesionales, se declaró "conmocionado y asqueado" por la posible ejecución de Nasr Azadani por su "campaña en favor de los derechos de la mujer y las libertades fundamentales". El sindicato instó a "la retirada inmediata de su castigo".
El Ministerio de Deportes iraní se ha plegado a la línea del presidente conservador Ebrahim Raisi. No ha mostrado ningún gesto de apoyo público al futbolista, solo ha señalado que había sido acusado y estaba a la espera del veredicto.
Desde el jueves, Irán ha ejecutado a dos manifestantes, Mohsen Shekari y Majid-Reza Rahnavard, ambos de 23 años, desencadenando un incesante flujo de conmoción y condena.
Los jueces iraníes han ordenado oficialmente la pena capital para al menos otros 11 manifestantes, que se teme que sean conducidos a la muerte en cualquier momento.
Mientras tanto, la República Islámica ha dado una de sus respuestas más contundentes a las protestas que ponen en entredicho su propia base y existencia. La represión desde mediados de septiembre, según la Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos, ha dejado 490 manifestantes muertos, casi 70 de ellos menores.
ENLACE ORIGINAL: https://www.al-monitor.com/originals/2022/12/fate-iran-soccer-player-unclear-he-faces-risk-execution
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