“El enemigo no nos hace ningún regalo, no manifiesta ningún ‘gesto de buena voluntad’, declaró Zelenski, afirmando que su país reaccionará con “extrema cautela”
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A poco de cumplirse nueve meses de la invasión rusa a Ucrania , la cifra de bajas en ambos bandos supera las 200.000, entre muertos y heridos, además de los millones de desplazados que debieron huir de sus casas buscando refugio en países de la Unión Europea.
Según el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, Mark Milley, Rusia ha sufrido más de 100.000 bajas entre muertos y heridos como resultado de la guerra en Ucrania, mientras el país agredido puede haber contabilizado un número de víctimas similar.
El alto militar estadounidense ofreció estas cifras en la noche del miércoles durante su participación en un acto del Club Económico de Nueva York, informó ayer jueves la cadena CNN.
“Estamos viendo que hay más de 100.000 soldados rusos muertos y heridos”, dijo en un momento de su intervención. “Probablemente lo mismo en el lado ucraniano”, precisó.
Según el gobierno ucraniano, el número de soldados rusos muertos desde que comenzó la invasión supera los 75.000, una cifra que no han confirmado las autoridades rusas.
El general Mark Milley calificó la invasión rusa de Ucrania como un “tremendo error estratégico” que el país pagará “durante años y años”.
La guerra ha causado una enorme cantidad de sufrimiento humano, dijo Milley, incluidos entre 15 y 30 millones de refugiados y unos 40.000 civiles ucranianos inocentes asesinados, según recoge la cadena estadounidense.
El general agregó que puede haber una ventana de oportunidad para negociar el fin de la guerra iniciada el pasado 24 de febrero, siempre y cuando las líneas del frente se estabilicen durante este invierno europeo a partir de diciembre.
“Cuando haya una oportunidad de negociar, cuando se pueda lograr la paz, hay que aprovecharla”, sugirió Milley: “Aprovechar el momento”, insistió.
Pero de no materializarse nunca o fracasar las negociaciones, Milley dijo que Estados Unidos continuaría armando a Ucrania, incluso cuando una victoria militar absoluta para cualquiera de las partes parece cada vez más improbable.
“Tiene que haber un reconocimiento mutuo de que la victoria militar probablemente, en el verdadero sentido de la palabra, no se pueda lograr a través de medios militares y, por lo tanto, es necesario recurrir a otros medios”, añadió el militar según la CNN.
Milley dijo que Estados Unidos estaba viendo indicios de que Rusia se estaba retirando de Jersón, como había declarado Moscú el miércoles.
Pero advirtió de que la retirada de 20.000 a 30.000 soldados rusos de la orilla occidental del río Dniéper, que cruza Jersón, podría llevar días o incluso semanas. “Creo que (los rusos) lo están haciendo para preservar su fuerza, para restablecer las líneas defensivas al sur del río, pero eso está por verse”, subrayó el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos.
Retirada rusa Ucrania reivindicó ayer jueves la reconquista de una docena de localidades de la región de Jersón, en el sur del país, donde las tropas rusas iniciaron una retirada vista como un nuevo revés para Vladimir Putin.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valery Zaluzhny, informó en redes sociales que sus tropas reconquistaron seis localidades en Jersón. En total, recuperaron más de 260 kilómetros cuadrados.
Poco antes, el ejército ruso anunció que comenzaba a replegarse en la región de Jersón. El Ministerio ruso de Defensa indicó que sus unidades se estaban trasladando “hacia posiciones establecidas en la orilla izquierda del río Dniéper”.
La retirada de las tropas de Moscú incluye la ciudad de Jersón, la única capital regional capturada por Rusia al inicio de su ofensiva en Ucrania a fines de febrero. En concreto, Rusia pretende consolidar sus posiciones estableciendo una línea de defensa detrás del río Dniéper, un obstáculo natural.
Ucrania recibió el anuncio de Moscú con escepticismo. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski sugirió que podría tratarse de una maniobra estratégica de Rusia.
“El enemigo no nos hace ningún regalo, no manifiesta ningún ‘gesto de buena voluntad’, declaró Zelenski, afirmando que su país reaccionará con “extrema cautela”.
“No podemos confirmar ni desmentir la información sobre una supuesta retirada de las tropas rusas de Jersón”, dijo el general Oleksiy Gromov, representante del Estado Mayor ucraniano.
Pero añadió que, de espaldas al Dniéper, los rusos no tuvieron “más remedio que huir”.
Desde septiembre, las tropas rusas se enfrentan a una contraofensiva de envergadura de Kiev en la región.
Jersón tiene una importancia estratégica por ser fronteriza a Crimea , anexionada por Rusia en 2014.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que la retirada de Rusia es una prueba de que Putin tiene “problemas reales” en el campo de batalla.
La retirada de las fuerzas rusas de Jersón, constituye “otra victoria” para Ucrania, coincidió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Esta retirada supondría un nuevo revés para Rusia, que ya se vio obligado a dejar la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, en septiembre.
Si Rusia pierde Jersón, Ucrania recupera un importante punto de acceso al mar de Azov y Putin pierde uno de sus mayores triunfos desde el inicio de la guerra. La retirada también expone al resto de las tropas rusas en Jersón y plantea dudas sobre la capacidad de Moscú de controlar este territorio, una de las cuatro zonas ucranianas que Rusia decretó como anexadas en septiembre.
¿Paz con Putin? El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha suavizado ligeramente sus exigencias para sentarse a negociar con Rusia el fin de la guerra y ya no pediría la destitución del mandatario ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer jueves el diario ucraniano Kyiv Post. El rotativo, que se edita en inglés, indicó que la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, está logrando que Zelenski flexibilice sus condiciones a la hora de negociar la paz con Rusia.
Tras meses de guerra, los rusos al borde de una crisis de nervios Las ventas de antidepresivos y las consultas al psicólogo se han disparado en Rusia desde la invasión a Ucrania en febrero .
El anuncio, a finales de septiembre, de la movilización de cientos de miles de reservistas hizo que la guerra entrara directamente en las familias en Rusia.
A finales de septiembre, tras el anuncio de la movilización, 70% de los rusos dijeron estar “angustiados”, un nivel récord jamás registrado por el instituto de sondeo FOM, favorable al Kremlin. Un mes después, el Centro Levada, un instituto independiente, informó que casi 9 de cada 10 rusos decían estar “preocupados” por la situación en Ucrania.
Y las últimas declaraciones del Kremlin no ayudaron a calmar a la población. A finales de octubre el presidente Vladimir Putin afirmó que el mundo atraviesa “su década más peligrosa desde la Segunda Guerra Mundial”.
En este contexto, los gastos por antidepresivos se han disparado 70%, y un 56 % para los calmantes, en los primeros nueve meses del año, en comparación al mismo periodo en 2021, según las autoridades.
El servicio de consultas psicológicas en línea YouTalk ha visto “el número de sus demandas aumentar 40%, desde la movilización”, indica a AFP su cofundadora, la psicóloga Anna Krymskaya, con “un aumento de 50% del número de personas que se quejan de depresión”.
El antidepresivo Zoloft, muy conocido, ya no se encuentra en las farmacias, dice a la AFP Oleg Levine, un destacado neurólogo moscovita. “Ya estés a favor o en contra de la operación (en Ucrania), todos están preocupados por su futuro”, resume el especialista.
A finales de octubre, 57% de los rusos decían estar “a favor de negociaciones con Kiev“, es decir nueve puntos más que el mes anterior, según el Centro Levada.
Los psicólogos también se preocupan por los efectos a largo plazo. Amina Nazaraliyeva, psicóloga-sexóloga de la clínica privada Mental Health en la capital rusa, teme ya el regreso de los reservistas. Muchos de ellos sufrirán “trastornos de estrés postraumático y alcoholismo”. “Todo el país estará traumatizado por mucho tiempo”, zanja.
repliegue ruso en jersón – ¿ Por qué ahora ?. Rusia presentó la retirada de Jersón como una forma de salvar a miles de soldados rusos. Desde finales de agosto, el ejército ucraniano está llevando a cabo una amplia contraofensiva en la región, que le ha permitido retomar decenas de localidades. El centro de análisis militar ISW consideró poco probable que la retirada rusa fuera una maniobra de Moscú.
– ¿ Por qué importa ?. La retirada de las tropas rusas es un enorme revés para Vladimir Putin, que había anunciado la anexión de la región de Jersón en septiembre, junto con otros tres territorios ucranianos, y había prometido que estas tierras serían rusas “para siempre”. Estratégicamente, será difícil para Rusia continuar su ofensiva hacia la ciudad ucraniana de Mikolaiv y el estratégico puerto de Odesa en el mar Negro. Además, Rusia podría perder el control de la presa de Kakhovka, en el río Dniéper, que es estratégica para abastecer de agua a la península de Crimea, limítrofe con la región de Jersón.
Desde la ciudad de Jersón, las tropas ucranianas podrían incluso atacar directamente a Crimea con su artillería de largo alcance. Tras la retirada rusa del noreste de Ucrania, este segundo repliegue en dos meses también puede pesar en el ánimo de las tropas, en un momento en que Moscú está desplegando cientos de miles de reservistas, en su mayoría civiles sin experiencia militar real.
– ¿ Reacciones en Rusia ? Los canales de noticias rusos se refirieron poco a la retirada, como suelen hacer cuando hay malas noticias en el frente ucraniano. Los altos responsables del régimen ruso aprobaron en general la retirada, absteniéndose de criticar a la jerarquía militar.