En 2018, perdió el bastión demócrata del condado de Miami-Dade por un 20 %. Este año, está en camino de ser el primer candidato republicano a gobernador en ganar en el área de mayoría hispana desde Jeb Bush en 2002. Incluso podría hacerlo por un porcentaje de dos dígitos
¿Quieres recibir nuestro exclusivo boletín informativo en tu correo? ¡Suscríbete a #BoletinPatilla! Horas después del cierre de las primeras urnas, aún quedan por conocerse los resultados de muchas contiendas clave en las elecciones de mitad de término en Estados Unidos y el control del Senado, en particular, aún está en juego.
Por BBC Mundo
Fue, como se predijo, una buena noche para los republicanos, pero sus esperanzas de un maremoto que los llevaría a la victoria en decenas de contiendas hasta ahora no se ha materializado.
Ya han perdido un escaño en el Senado, en Pensilvania, y necesitan que se volteen dos de los tres estados de Nevada, Arizona y Georgia, para tomar el control de esa cámara.
Aquí compartimos algunos de los puntos clave hasta el momento.
1. Republicanos en camino a ganar la Cámara de Representantes Aunque los demócratas han ganado algunas contiendas reñidas, parece que los republicanos están en camino de obtener la mayoría en la Cámara de Representantes. La pregunta, sin embargo, es qué tan grande será la mayoría.
Gracias a su desempeño sorprendentemente fuerte en 2020, los republicanos estaban a solo un puñado de escaños de la mayoría. Y comenzaron estas elecciones con una ventaja incorporada después de rediseñar algunas fronteras nuevas en los distritos electorales en estados conservadores.
Con cualquier forma de mayoría, los republicanos podrán darle un portazo a la agenda legislativa demócrata y aumentar las investigaciones sobre el gobierno de Biden. Eso es una victoria desde cualquier punto de vista.
Pero si el margen es estrecho, los republicanos tendrán que ejercer una increíble habilidad táctica y estratégica para mantener unido a su partido en las votaciones más importantes.
2. Florida reelige al republicano Ron DeSantis Hace cuatro años, Ron DeSantis ganó la gobernación de Florida por una fracción de uno por ciento sobre el demócrata Andrew Gillum.
Después de cuatro años de su liderazgo conservador, donde se inclinó por temas culturales candentes como los derechos de las personas transgénero y la “teoría crítica de la raza”, criticó las restricciones de la pandemia de coronavirus y se convirtió en un elemento fijo en los medios de comunicación conservadores, ganó la reelección por un cómodo margen.
Cómo lo hizo es particularmente notable.
En 2018, perdió el bastión demócrata del condado de Miami-Dade por un 20 %. Este año, está en camino de ser el primer candidato republicano a gobernador en ganar en el área de mayoría hispana desde Jeb Bush en 2002. Incluso podría hacerlo por un porcentaje de dos dígitos.
La decisión de DeSantis de volver a trazar los límites de los distritos del estado para favorecer en gran medida a los candidatos republicanos también ha dado dividendos a nivel nacional: le ha dado a su partido al menos dos de los cinco escaños que necesita para ganar el control de la Cámara de Representantes.
Estos éxitos contribuirán en gran medida a proporcionar al gobernador de Florida un trampolín desde el cual lanzar una campaña presidencial, si así lo desea.
Como para enfatizar esto, la multitud en el mitin de victoria de DeSantis el martes por la noche coreó “dos años más”, un reconocimiento tácito de que si su hombre decidiera postularse para candidato a presidente, tendría que renunciar como gobernador en la mitad de su mandato de cuatro años.
Si DeSantis quiere ganar la nominación presidencial republicana en 2024, es posible que tenga que pasar por el residente republicano más destacado de su estado, el expresidente Donald Trump, para hacerlo.
3. Noche mixta para Trump Es posible que Donald Trump no haya estado en las papeletas de votación, pero aun así las ha ensombrecido. El martes, temprano por la noche, el expresidente pronunció un breve discurso desde su casa en Mar-a-Lago y reclamó una abrumadora victoria para los candidatos que respaldaba.
La verdad, sin embargo, es más complicada. En las contiendas de más alto perfil, donde respaldó a los candidatos sobre las opciones republicanas más convencionales, sus elecciones han tenido problemas.
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